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Sunday, February 23, 2020

EL SISTEMA EDUCACIONAL. ANTES DE 1959.


https://ufdc.ufl.edu/AA00063578/00008

A FEW OF THE BIGGER  PRIVATE SCHOOLS IN CUBA



EL SISTEMA EDUCACIONAL.

 Por Rogelio A. de la Torre 

LA ESCUELA PÚBLICA DURANTE LA REPÚBLICA. (Hasta 1958) BEFORE CASTRO TOOK POWER 

EL NIVEL PRIMARIO.
La nación cubana salió de la dominación española en condiciones bastante precarias. Como consecuencia de la guerra de independencia, y sobre todo a causa de la reconcentración decretada por el Capitán General Vareliano Weyler, la población había disminuido considerablemente. Desde luego, el sistema escolar había sufrido grandes embates. Baste decir que de 775 escuelas que había en 1887, al terminar la Guerra de Independencia ese número se había reducido a solamente 541. Por otra parte, el analfabetismo, que siempre había sido bastante alto, aumentó hasta llegar al 64 por ciento de la población total.Ante esta situación, era natural que tanto el Gobierno Interventor Norteamericano como los primeros Gobiernos de la República le dedicaran especial atención a las cuestiones educativas. En lo que se refiere a la enseñanza primaria, uno de los primeros problemas con que se tuvo que enfrentar el Gobierno Americano fue el de la carencia de maestros debidamente capacitados. Inicialmente se les dio autorización a las Juntas de Educación para que contrataran libremente como maestros a personas que ellas consideraran honorables y competentes.
Desde luego, esta medida fue de corta duración, porque muy pronto se decidió convocar a exámenes para maestros, resultando aprobados más de mil aspirantes. Poco después se estableció un sistema por el cual los maestros ya aprobados y designados debían someterse a exámenes periódicos de capacitación, en los que se les certificaba para continuar ejerciendo la enseñanza por uno y tres años sucesivamente. A pesar de la ventaja que el sistema ofrecía de obligar a los maestros a mantenerse al día en las cuestiones de la enseñanza, en definitiva fue abandonado en 1909, para aliviar la constante preocupación que ocasionaba la posibilidad de no recibir una nueva certificación.
Durante los primeros años de la República, la enseñanza se realizó en forma un poco desordenada, porque se les daba a los maestros gran libertad para llevar a cabo su labor. Sin embargo, en el año 1905, la Junta de Superintendentes aprobó los primeros cursos de estudio. A pesar de la innegable existencia de cierta desorganización, los primeros maestros de la República tuvieron un éxito extraordinario, porque suplieron las deficiencias que tenían con un grado muy elevado de entusiasmo y de dedicación. Como consecuencia, el analfabetismo se redujo considerablemente, y la instrucción primaria se extendió a un por ciento de la población mucho más elevado.Con el transcurso del tiempo se hizo evidente que el sistema de nombramientos por exámenes de competencia no era el más adecuado, y se llegó a la conclusión de que era necesario crear escuelas para la preparación de los maestros. Ya desde el año 1900, al hacerse la Reforma Universitaria, se había creado la Facultad de Pedagogía, la cual preparaba a estudiantes de nivel superior para enseñar en las escuelas de la República a todos los niveles. Sin embargo, no era posible esperar que esta Facultad preparara a la enorme cantidad de maestros que la República necesitaba.
En lo que se refiere a la enseñanza a nivel de Kindergarten, en 1902 se fundó en La Habana una Escuela Normal de Kindergarten, con el objeto de preparar maestros para que impartieran este tipo de enseñanza. Más tarde, en el año 1915, se creó en La Habana una Escuela Normal de Maestros para varones y otra para señoritas. Posteriormente se crearon Escuelas de este tipo en las demás capitales de provincia. La primera Normal para Maestras del Hogar se creó en Cuba en 1918.
Esta escuela comenzó a preparar Maestras de Trabajos Manuales y de Economía Doméstica en 1927.
La escuela pública, que tuvo tanto éxito en los primeros años de la República, comenzó a decaer con el transcurso del tiempo. Entre las razones de esta decadencia puede citarse el hecho de que las Juntas Municipales de Educación, que habían sido inicialmente designadas mediante elecciones, se convirtieron en organismos cuyos miembros eran nombrados directamente por el Ministro de Educación, aunque eligiendo de ternas de candidatos que se le sometían al efecto. Este cambio, en primer lugar, redujo el grado de conexión entre las escuelas y la comunidad, y por otra parte trajo como consecuencia la intromisión de la política en las cuestiones de la educación.
Otra de las razones por las cuales las escuelas públicas primarias continuaron decayendo fue la contaminación del sistema escolar con la corrupción y los malos manejos de la administración pública en general. Aunque a los maestros siempre se les exigía capacitación profesional, en la mayoría de los casos eran designados libremente por el Ministro de Educación. Las escuelas muchas veces carecían de suficientes libros y materiales escolares, y los funcionarios del Ministerio de Educación, que era el organismo que controlaba la enseñanza pública a nivel nacional, estaban más atentos a las cuestiones políticas del momento que a la necesidad de brindar una instrucción adecuada a la niñez de la República.
En 1958, según un informe de la UNESCO, Cuba era el primer país latinoamericano en cuanto al por ciento del presupuesto que se dedicaba a la educación. Sin embargo, es preciso señalar que, aunque los presupuestos nacionales asignaran fondos en proporciones bastantes elevados, dichos fondos no siempre se aplicaban a resolver los problemas de la enseñanza, ya que muchas veces eran objeto de despilfarro y de malversación. Así ocurrió especialmente en las décadas de los años 40 y 50, cuando algunos funcionarios se apropiaron de enormes cantidades de dinero, sustrayéndolas de los fondos asignados para la educación de la niñez.
Otro de los males de que adoleció la educación pública primaria en Cuba fue la concentración de las escuelas en las áreas urbanas, pues los maestros preferían trabajar y vivir en las ciudades. Como consecuencia de esto, siempre hubo grandes áreas del campesinado cubano donde los niños carecían de escuelas, aparte de que muchas veces los padres campesinos necesitaban que sus hijos trabajaran y recibieran algún ingreso, a fin de proveer a las necesidades de la familia.
Con el supuesto propósito de resolver el problema de la educación de los niños campesinos, pero también con el de asegurar el control sobre la población campesina, en 1936 se creó un tipo de escuela rural (las Escuelas Cívico-Militares) bajo la dependencia del Cuerpo de Cultura del Ejército, organismo éste que designaría como maestros a miembros de ese mismo cuerpo. La medida tuvo en Cuba grandes repercusiones, pues inclusive estuvo relacionada con la destitución de que fue víctima el Presidente Miguel Mariano Gómez. Sin embargo, después de haber sufrido algunas modificaciones, toda esta organización cívico-militar fue sometida al control civil al entrar en vigor la Constitución de 1940.
Si se examina el cuadro completo que ofrece la educación pública a nivel primario durante la República, la conclusión inevitable es la de que la misma no funcionaba de manera eficiente. A consecuencia de esto, la escuela privada tomó un auge extraordinario en Cuba, y vino a subsanar muchas de las limitaciones que tenía la pública. Sin embargo, la escuela privada elemental, por las limitaciones de orden económico a que estaba sometida, no pudo enfrentarse y mucho menos resolver el enorme problema de la educación del campesinado cubano.
LA ESCUELA PÚBLICA DE NIVEL SECUNDARIO.
La Educación Secundaria en Cuba durante todo el período republicano estuvo principalmente a cargo de los Institutos de Segunda Enseñanza. Los mismos habían sido establecidos durante la Colonia, que creó cuatro en 1857 y que llegó a tener hasta seis en 1888. Al comenzar la República, funcionaba un Instituto en cada capital de provincia, Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Santa Clara, Camagüey y Santiago de Cuba. Los Institutos de Segunda Enseñanza realizaron en Cuba una labor encomiable. Ellos fueron la base de la educación avanzada durante toda la etapa republicana. En realidad eran instituciones docentes básicamente pre-universitarias, pues aunque durante varios períodos tuvieron a su cargo también algún tipo de enseñanza técnica, su objetivo principal era preparar a los estudiantes para la realización de estudios universitarios.El Gobierno Interventor Norteamericano le encomendó a Enrique José Varona la tarea de reorganizar la enseñanza en los niveles secundario y universitario en Cuba. Varona propuso para los Institutos, y se implantó de inmediato, un plan bastante novedoso, que ha dado mucho que hablar con el transcurso del tiempo. Este plan, que se denominó «Plan Varona», estuvo vigente para la Segunda Enseñanza en Cuba desde el año 1900 hasta 1939. El Plan Varona tenía sus virtudes y sus deficiencias.

Estableció un programa de estudios bastante acelerado, que ponía mucho énfasis en el aprendizaje de las Ciencias, lo cual necesitaba la naciente República con urgencia. Sin embargo, este plan, que prescribía cuatro años de estudios, redujo considerablemente la atención a las Humanidades, a pesar de que Varona era, probablemente, el primer humanista con que contaba Cuba. Jorge Mañach, en cierto modo, defendió el Plan Varona de las acerbas críticas que se le dirigieron diciendo que su autor había aplicado una «terapia de urgencia», y que quizás fue bastante apropiado para el momento y las circunstancias en que Varona lo elaboró.
En realidad, al preparar su plan de estudios para la Segunda Enseñanza, Varona se guió completamente por las ideas del positivismo, filosofía ésta que él había abrazado íntegramente, y de la cual fue uno de los primeros y más brillantes exponentes en América Latina.En el año 1937 se crearon trece nuevos Institutos de Segunda Enseñanza en diversas ciudades de la República. Dos años más tarde, en 1939, se estableció un nuevo Plan de Estudios, el cual fue sustituido en 1941 por el llamado «Plan Remos», que se mantuvo en vigor hasta la llegada del régimen comunista. Este plan era muy superior al Plan Varona. Constaba de cinco años, y mantenía una división entre los primeros cuatro años de estudio, que formaban el Bachillerato Elemental, y el último año, que completaba el Bachillerato Pre-Universitario, ya fuera en el campo de la Ciencias o en el de las Letras.
En este Plan, cuyo autor fue el Dr. Juan J. Remos, se le dio mucha más importancia a las Humanidades, añadiéndose el estudio de la Historia de Cuba, de la Sociología, de la Sicología, y hasta de los principios de la Filosofía. Algunos Institutos añadieron a su curriculum cursos de Música y de Coro, y hasta tuvieron Bandas de Música y Conjuntos Polifónicos.
Los Institutos de Segunda Enseñanza de Cuba llegaron a tener, en su casi totalidad, edificios especialmente construidos para impartir este tipo de enseñanza, y estuvieron dotados de eficientes Laboratorios de Física, Química y Estudios Naturales. Todos contaron con una Biblioteca bastante bien dotada, y algunos añadieron importantes museos.
LA ENSEÑANZA ESPECIALParalelamente a los Institutos de Segunda Enseñanza existió en Cuba una notable variedad de Escuelas Especiales, que rindieron una labor muy efectiva y beneficiosa. En determinadas ocasiones, sobre todo en los comienzos de la República, algunas de estas escuelas mantuvieron cierta conexión con los Institutos de Segunda Enseñanza. En el año 1900, al producirse la reorganización educacional, se anexó al Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana una Escuela de Náutica, y también se incorporaron a este plantel los estudios de Comercio y Taquigrafía de la Academia de Comercio.
Igualmente, en aquella oportunidad se agregó una Escuela de Agrimensura a cada uno de los Institutos de Segunda Enseñanza de la República. A pesar de estas excepciones, sin embargo, la regla general fue que las Escuelas Especiales funcionaron en forma totalmente independiente. La más antigua de estas Escuelas fue la de dibujo y pintura de San Alejandro, que fue fundada por la Sociedad Económica de Amigos del País en 1818.
Entre las Escuelas Especiales que funcionaron en Cuba se destacaron las Escuelas Normales de Maestros, que prepararon el personal docente durante casi todo el período republicano. Como se dijo más arriba, las primeras dos escuelas oficiales de este tipo se crearon en la capital de la República en el año 1915, una para varones y otra para señoritas. Al año siguiente se establecieron Escuelas Normales de Maestros en Oriente y Las Villas, y en
1918 se fundaron las de Pinar del Río y Matanzas. La última se creó enCamagüey en 1923.
Con un grado mayor de especialización existieron en Cuba las Escuelas Normales de Kindergarten, cuya misión era la de preparar maestras para impartir educación a este específico nivel. Durante muchos años funcionó solamente la de La Habana, que había sido fundada en el año 1902. En 1935 se fundó otra Escuela Normal de Kindergarten en Santa Clara, y más tarde, en la década del 40, se oficializaron las de Camagüey y Oriente, que habían sido fundadas por iniciativa privada.
También las Escuelas del Hogar. Como ya se ha dicho, la primera de estas escuelas se fundó en 1918, y en los últimos años de la República su número había aumentado hasta llegar a 14. Aunque algunas muchachas asistían a estas escuelas con el sólo propósito de prepararse para el manejo de su propio hogar, el objetivo principal de las mismas era el de capacitar a las Maestras de Trabajos Manuales y de Economía Doméstica.
Otro tipo de escuelas de enseñanza especial que funcionaron en Cuba fueron las Escuelas Profesionales de Comercio. Las primeras se fundaron en La Habana, Santa Clara y Santiago de Cuba en 1927, pero con el transcurso de los años fueron añadiéndose otras hasta llegar al número de 11 Escuelas de Comercio oficiales en la República. Estas escuelas prestaron un servicio sumamente importante en la época republicana, ya que sus graduados contribuyeron de manera notable a facilitar el desarrollo económico y mercantil a lo largo de todo el territorio de la nación.
También fueron importantes las Escuelas de Artes y Oficios, que preparaban Constructores Civiles, Mecánicos Industriales, Químicos Industriales, y Electricistas Industriales. La primera de estas escuelas había sido fundada en La Habana en la época de la Colonia, y fue la única que existió en la isla hasta que se fundó la de Santiago de Cuba en 1928. En definitiva, en Cuba llegaron a existir 12 Escuelas de Artes y Oficios. Y además de la Academia de San Alejandro, a partir de 1934 se crearon en Cuba otras seis Escuelas de Bellas Artes, las cuales no sólo educaban a los pintores y escultores enseñándoles las técnicas de su arte, sino que también capacitaban a los que habrían de ser Profesores de Artes Plásticas.
Existieron también durante la época de la República algunas Escuelas de Enseñanza Especial que funcionaron a base de alumnos internos. El propósito era, principalmente, el de darles oportunidad de estudiar en el nivel secundario a jóvenes de familias poco pudientes, a fin de capacitarlos con una adecuada preparación técnica para que pudieran trabajar a nivel profesional. Entre estas escuelas de internos puede señalarse la existencia de tres Escuelas Técnicas Industriales, una en La Habana, con el nombre de «General José B. Alemán», otra en Santa Clara, que se llamó «Escuela Técnica Industrial, Fundación Rosalía Abreu» y otra titulada «General Milanés», que se creó en Bayamo. Con este mismo carácter de funcionar a base de alumnos internos existieron en Cuba las Escuelas Politécnicas de grado medio o Escuelas Tecnológicas.
Las Escuelas Profesionales de Periodismo fueron también escuelas de enseñanza especial, y tuvieron una gran importancia en la preparación de los Periodistas cubanos. La Primera de estas escuelas se fundó en el año 1942, y llevó el nombre de «Manuel Márquez Sterling». Expedía el título de «Periodista Graduado» y el de «Técnico Gráfico Periodista». Antes de la llegada del comunismo a Cuba también se habían creado Escuelas de Periodismo en Matanzas, Santa Clara y Santiago de Cuba, de manera que la República llegó a contar con cuatro escuelas de este tipo.
Finalmente, es necesario mencionar al Instituto Nacional de Educación Física, que como único en su clase funcionó en La Habana a partir de 1948. Este Instituto perteneció a un nivel profesional superior, porque sus graduados estaban capacitados para ocupar cátedras de Educación Física en los centro de enseñanza de nivel secundario.
lavozdecubalibre.com

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